Urticaria y angioedema

Urticaria y angioedema

La urticaria y el angioedema son procesos muy comunes: La urticaria aguda llega a afectar del 15 al 25% de la población general en algún momento de la vida.

La urticaria se define por la aparición de habones (inflamación sobreelevada de la piel y de color rojo) de tamaño diverso, con picor, en cualquier lugar de la piel, que desaparecen en minutos u horas, dejando una piel de aspecto normal. La urticaria puede aparecer sola o asociada a angioedema.

El angioedema es una habón situado en una capa más profunda de la piel o de las mucosas. La hinchazón acostumbra a picar poco y tiene el color normal de la piel. Suele afectar zonas de piel laxa (párpados, labios, pabellones auriculares, genitales) o manos y pies. El angioedema puede aparecer solo o, mucho más a menudo, asociado a urticaria.

Según la duración de los episodios se clasifica como:

  • Urticaria aguda: duración inferior a 6 semanas. 70% de todas las urticarias. La causa se puede identificar en la mitad de los casos. Para un episodio aislado de urticaria o angioedema, no suelen ser necesarios estudios diagnósticos, excepto si lo han provocado medicamentos, alimentos muy concretos o picaduras de abejas o avispas. Debe tenerse presente que muchos casos son multifactoriales y que muchos de ellos son más precipitantes que causantes de un brote de lesiones.
  • Urticaria crónica: dura más de 6-8 semanas y puede ser recurrente o continua. Puede ser debida a alergias alimentarias o medicamentosas no diagnosticadas, y puede asociarse con infecciones o infestaciones crónicas (gastritis por Helicobacter pylori, parasitación por Anisakis simplex de los pescados o por otros nematodos, sinusitis, infecciones dentarias crónicas, etc), enfermedad autoinmune del tiroides y otras enfermedades. En más de la mitad de los casos (urticaria crónica idiopática) la causa queda sin determinar.

Urticaria crónica idiopática

Se puede presentar como un brote casi continuo (lesiones cambiantes de lugar y tamaño, pero siempre presentes) o bien como episodios reincidentes con períodos sin síntomas. Es autolimitada en la mitad de los casos, que desaparecen espontáneamente a los 6 meses. En este tipo de urticaria no se encuentra ninguna causa, aunque se conocen factores que empeoran los síntomas:

  • Medicamentos (aspirina y antiinflamatorios, codeína, fármacos cardiovasculares llamados beta-bloqueantes…)
  • Algunos alimentos y bebidas (especias picantes, mariscos, conservas de pescado, quesos curados, carnes y embutidos de cerdo, frutos secos, chocolate y derivados del cacao, bebidas alcohólicas…)
  • Otras situaciones como calor y sudoración profusa, cambios bruscos de temperatura, roce y rascado de la piel…
  • Las causas psicológicas (situaciones de tensión o ansiedad) juegan un papel parcial en un tercio de casos.

El diagnóstico se realiza al descartarse por historia clínica y por pruebas específicas otras formas de urticaria. La experiencia demuestra el bajo rendimiento de hacer muchas pruebas diagnósticas (análisis, radiografías, dietas, biopsias...) cuando por el interrogatorio o el aspecto de las lesiones no se sospechan las causas.

Urticarias alérgicas

La urticaria y el angioedema son manifestaciones comunes de alergia alimentaria, a fármacos o a veneno de insectos himenópteros. En el caso de los alergenos inhalados, la urticaria es una rara manifestación en personas alérgicas al polen, al látex o a algunos alimentos.

Urticarias físicas

Son urticarias provocadas por estímulos físicos como el peso, el roce (dermografismo o urticaria facticia), el sol (urticaria solar), el frío (urticaria a frigore), el calor (urticaria colinérgica)... Son inmediatas y breves (excepto la llamada urticaria retardada por presión) y se localizan en el lugar del estímulo, aunque suelen generalizarse. Se pueden reproducir en la consulta y esto facilita el diagnóstico. Acostumbran a resolverse con el paso del tiempo, excepto en algunas formas familiares. A menudo se asocian entre ellas, así como a otras formas de urticaria.

Urticaria de contacto

Es la urticaria inmediata o retardada producida en lugares de contacto cutáneo con algunos agentes; los cuales contienen sustancias irritantes por la piel o bien porque la persona es alérgica a ellos. La forma de lesión coincide con el contactante, pero a menudo se acompaña de urticaria generalizada y en pocos casos de síntomas generales (asma, rinitis, anafilaxia).

Diagnóstico de las urticarias

La dificultad diagnóstica radica en la identificación de la causa. En los casos crónicos se llega a conocer sólo un 15-25% de veces. Se tiene que valorar:

  • Patrón de los episodios
  • Causas precipitantes
  • Duración de las lesiones
  • Síntomas asociados
  • Análisis de sangre: sólo un 20% tiene alguna alteración
  • Si se sospecha alergia: pruebas cutáneas y/o análisis específicos de sangre
  • Si se sospecha urticaria física: reproducirla con el estímulo adecuado
  • Ocasionalmente: biopsia cutánea

Consejos generales a los pacientes con urticaria y/o angioedema crónicos

  • Evite tomar aspirina y codeína. Si necesita analgésicos, puede tomar paracetamol (Gelocatil®, Termalgin®, etc).
  • Dieta libre de aditivos. En lo posible, limitar la ingesta a alimentos y bebidas naturales frescos, no envasados. Evitar alimentos que pueden exacerbar la urticaria, por favorecer el flujo sanguíneo a la piel o contener determinados aditivos (aminas, sulfitos, nitrito sódico o salicilatos) que en algunos casos pueden aumentar la urticaria:
    • Bebidas alcoholicas
    • Especias picantes
    • Mariscos
    • Conservas de pescado
    • Quesos curados
    • Carnes y embutidos de cerdo
    • Frutos secos
    • Chocolate y derivados del cacao
  • Ropa. Para evitar nuevas lesiones de urticaria, utilizar ropa poco apretada. Lavar la ropa con detergentes suaves y aclarar bien.
  • Baño. En caso de que presente picor al salir de la ducha, sustituírla por baños templados, añadiendo al agua del baño bicarbonato o coloides de avena (tipo Dermopan). Utilizar jabones no irritativos para la higiene corporal, de glicerina o avena. Nunca frotarse la piel para secarse; usar albornoz.
  • Evitar otros factores físicos que aumenten la urticaria:
    • Exposición solar directa
    • Calor y sudoración profusa
    • Cambios bruscos de temperatura
    • Roce y rascado de la piel
    • Situaciones de tensión o ansiedad
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